Meses después de que la Comisión Europea publicara sus propuestas ómnibus, sigue habiendo incertidumbre y siguen surgiendo preguntas críticas. Mientras cada vez más partes interesadas intervienen en el debate sobre las propuestas ómnibus, las empresas siguen lidiando con los complejos riesgos ESG en las cadenas de valor globales.
¿Qué ha pasado?
Tras el anuncio de las propuestas ómnibus de la Comisión Europea, se ha producido un animado debate en el que muchas partes interesadas han tomado posición. A continuación, le ponemos al día sobre algunos de los acontecimientos más importantes:
- Las asociaciones empresariales de toda Europa han acogido en general con satisfacción la propuesta, citando la reducción del alcance, la simplificación de las obligaciones y el mecanismo de suspensión del reloj como medidas que ofrecen seguridad jurídica y alivian las cargas de cumplimiento.
- Por el contrario, iniciativas centradas en la sostenibilidad, como amfori y la Iniciativa de Comercio Ético, han expresado su preocupación. Argumentan que la propuesta se aleja de un enfoque basado en el riesgo y corre el riesgo de debilitar la alineación con las normas internacionales, incluidos los Principios Rectores de las Naciones Unidas y las Directrices de la OCDE. [1]
- Los grupos de la sociedad civil se han movilizado en contra de la propuesta, advirtiendo de que amenaza con diluir el Pacto Verde y reducir la responsabilidad de las empresas. La preocupación por la falta de transparencia y consulta ha dado lugar a una investigación formal por parte del Defensor del Pueblo Europeo. [2]
- Además, el Defensor del Pueblo Europeo ha recibido en los últimos meses tres denuncias relativas al cumplimiento por parte de la Comisión de los requisitos legales en el contexto de la propuesta Ómnibus, sus Directrices para la mejora de la legislación y otras normas en la preparación de propuestas legislativas. El organismo de control de la UE ha iniciado oficialmente una investigación sobre esta denuncia.
- El Banco Central Europeo también ha intervenido, advirtiendo de que una simplificación excesiva podría socavar la eficacia del marco de sostenibilidad de la UE e introducir riesgos financieros sistémicos. [3]
- Mientras tanto, las principales voces del sector financiero están subiendo el listón. Norges Bank Investment Management (NBIM), el mayor fondo soberano del mundo, espera ahora que las más de 9000 empresas de su cartera cumplan unos estándares de sostenibilidad significativamente más estrictos. Entre ellos se incluyen la supervisión a nivel del consejo de administración, objetivos científicos en materia de clima y naturaleza, la debida diligencia en materia de derechos humanos en consonancia con los Principios Rectores de las Naciones Unidas y la OCDE, y la presentación de informes transparentes y prospectivos en línea con marcos como #ESRS, #GRI y #TCFD.
Estas expectativas son las que la propuesta Ómnibus intenta retrasar o debilitar. Parece que el mercado financiero quiere marcar la pauta y el mercado le seguirá.
Una pausa, no una parada
Algunas empresas están reevaluando sus estrategias de cumplimiento, en particular aquellas que se han incorporado recientemente o que están al límite del ámbito de aplicación. Pero no sería exacto decir que la actividad se ha detenido. Lo que estamos viendo es una divergencia:
- Las empresas globales con estrategias ESG maduras siguen adelante. Para ellas, no se trata de cumplimiento, sino de resiliencia, reputación y alineación con las normas internacionales. Parecen estar más frustradas por un posible retraso o por la aparición de un mosaico de regulaciones en toda la UE.
- Otras se están deteniendo, sin saber cómo proceder sin plazos confirmados o una redacción definitiva. Esta vacilación se ha visto reforzada por la adopción por parte de la UE de la directiva «stop the clock», que retrasa los requisitos clave de la CSRD y la CSDDD. [4]
Esta incertidumbre está provocando cautela, no retroceso, especialmente cuando el riesgo para la reputación o los inversores es elevado.
Los factores impulsores que no han desaparecido
Aunque la política de la UE parece suavizarse, las presiones detrás de la diligencia debida en materia de derechos humanos y medio ambiente (HREDD) siguen existiendo. Para muchas organizaciones, la regulación es solo una parte de la ecuación. Una compleja combinación de fuerzas internas, comerciales y geopolíticas sigue configurando y sosteniendo la actividad.
- Cultura interna y expectativas de los empleados. Los equipos esperan cada vez más que sus empresas demuestren avances significativos en materia de sostenibilidad y derechos humanos.
- Requisitos de los clientes e inversores. La diligencia debida está ahora integrada en muchas relaciones comerciales, especialmente en las cadenas de suministro (véanse las expectativas de los inversores de Norges Bank Investment Management).
- Legislación específica sobre determinadas cuestiones. Leyes como el Reglamento de la UE sobre la deforestación (EUDR), la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur (UFLPA) de EE. UU. y los requisitos de información sobre el trabajo forzoso de Canadá están creando nuevas exigencias en materia de divulgación y cumplimiento.
- Financiación vinculada a la sostenibilidad. Para las empresas con préstamos vinculados a criterios ESG o marcos de información, la diligencia debida influye directamente en los resultados financieros y en la reputación.
- Evolución del panorama de riesgos a nivel mundial. Los cambios en las políticas comerciales, la inestabilidad política y las interrupciones en la cadena de suministro están amplificando los riesgos ESG que las empresas no pueden permitirse ignorar, independientemente de la evolución de la UE.
Estos factores no van a desaparecer. Muchas organizaciones están optando por mantener el progreso, incluso aunque el panorama normativo se vuelva más incierto.
¿Qué pasará a continuación?
Las propuestas aún se están revisando y se espera que se sometan a una negociación formal en los próximos meses.
Mientras tanto:
- El Parlamento Europeo ha publicado la siguiente versión del texto de compromiso. [5]
- Se espera que se intensifique la presión tanto de los grupos empresariales como de la sociedad civil.
- No es probable que se publiquen directrices sobre la aplicación hasta después de la confirmación definitiva.
El diálogo tripartito se mantendrá hasta finales de 2025, con una posible adopción en 2026 como muy pronto.
Repercusión en las organizaciones relevantes para la CSRD y la CSDDD
El cambio en los umbrales de la CSRD podría hacer que muchas empresas quedaran fuera de su ámbito de aplicación, al menos temporalmente. Sin embargo, para aquellas que ya han invertido en la preparación, dar un paso atrás ahora podría suponer un riesgo para su reputación o dejar lagunas en la información que facilitan a los inversores y clientes.
Los cambios en la CSDDD podrían fomentar estrategias de diligencia debida amplias pero poco profundas, centradas en la colaboración formal con todos los proveedores directos, en lugar de aplicar enfoques basados en el riesgo que dirijan la atención hacia donde más se necesita. Pero esto conlleva sus propios riesgos. En Alemania, esto ha dado lugar a casos de empresas que envían extensas solicitudes de diligencia debida y cuestionarios a toda su base de proveedores en un intento de cumplir con la LkSG, lo que supone una carga tanto para los proveedores como para las empresas. Sin un compromiso estructurado y continuo, las organizaciones pueden pasar por alto indicios de problemas más profundos en sus cadenas de suministro y quedar expuestas a futuras reclamaciones o escrutinio.
La perspectiva de LRQA: cómo apoyamos a nuestros clientes
De nuestro trabajo con clientes de todos los sectores y regiones, se desprenden algunas pautas claras:
- Navegar por la incertidumbre. Ayudamos a nuestros clientes a tomar decisiones informadas y con visión de futuro, ayudándoles a mantenerse alineados con las expectativas globales, incluso cuando los plazos de la UE siguen sin estar definidos. Mientras que algunas organizaciones están ralentizando su ritmo, otras lo están acelerando para mantener el impulso y reducir el riesgo a largo plazo.
- Reforzar la credibilidad de los datos. Ayudamos a las empresas a mejorar la calidad y la garantía de sus datos de sostenibilidad. Esto no solo sirve para cumplir los requisitos normativos, sino también para que los inversores, los clientes y otras partes interesadas confíen en lo que se informa (véase la opinión del BCE más arriba).
- Incorporar la diligencia debida estratégica. Las organizaciones más resilientes tratan la diligencia debida como una capacidad estratégica. Trabajamos con los clientes para ir más allá de los modelos reactivos y basados en el cumplimiento normativo y avanzar hacia enfoques integrados que aporten conocimiento, resiliencia y valor a largo plazo.
- Adoptar un enfoque basado en el riesgo. Ayudamos a las empresas a identificar y priorizar dónde es más necesario actuar en cadenas de suministro complejas. Mediante herramientas como EiQ, nuestras capacidades de segmentación de riesgos ayudan a concentrar los recursos de forma eficaz y permiten respuestas adecuadas basadas en datos.
Conclusión
Este momento es algo más que un cambio en el alcance o el calendario de la presentación de informes. Es una prueba del compromiso de las organizaciones con los principios que subyacen a la diligencia debida y la sostenibilidad.
Aquellas que sigan invirtiendo en enfoques sólidos y basados en el riesgo estarán en mejor posición para adaptarse, sea cual sea el resultado final del proceso Ómnibus.
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[1] amfori. Las principales iniciativas de sostenibilidad instan a los responsables políticos de la UE a considerar la adaptación de la propuesta Ómnibus para mejorar la gestión de riesgos y la protección de los trabajadores y el medio ambiente. https://www.amfori.org/en/news/leading-sustainability-initiatives-urge-eu-policymakers-to-consider-adapting-the-omnibus-proposal-for-better-risk-management-and-worker-and-environmental-protection
[2] Defensor del Pueblo Europeo. Documento de noticias. https://www.ombudsman.europa.eu/en/news-document/en/205297
[3] Banco Central Europeo. Dictamen jurídico del BCE (CON/2025/10). https://www.ecb.europa.eu/pub/pdf/legal/ecb.leg_con_2025_10.en.pdf?330cb335ad9426cd4a64dbe4021597f1
[4] Consejo de la Unión Europea. Simplificación: el Consejo da luz verde definitiva al mecanismo «stop-the-clock» para impulsar la competitividad de la UE y proporcionar seguridad jurídica a las empresas. https://www.consilium.europa.eu/en/press/press-releases/2025/04/14/simplification-council-gives-final-green-light-on-the-stop-the-clock-mechanism-to-boost-eu-competitiveness-and-provide-legal-certainty-to-businesses/
[5] Comisión JURI del Parlamento Europeo. Proyecto de informe sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo. https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/JURI-PR-774282_EN.pdf
