La acción necesaria para limitar el calentamiento global al objetivo crítico de 1,5 °C sigue estando fuera del alcance; lo que supone una presión aún mayor en las empresas para impulsar un cambio radical en sus operaciones y en su cadena de suministro, así como para mantener estas promesas.
Para los líderes medioambientales que buscan estar a la altura de las circunstancias, nunca ha habido un mejor momento para comprometerse con un sector de aseguramiento que está experimentando su propia transformación. La rápida digitalización de los servicios de aseguramiento y el uso más frecuente de datos y tecnología están creando nuevas oportunidades para que las empresas utilicen programas de aseguramiento con el fin de tomar las riendas de la agenda de sostenibilidad, de forma que las aspiraciones, los objetivos y los compromisos se conviertan en resultados tangibles y controlados de forma independiente. La demanda a las empresas está creciendo exponencialmente; pero, como vimos en la COP26, hay algo que será constante: la necesidad de demostrar transparencia, acción y progreso. En este sentido, una nueva era de control basado en la digitalización tiene mucho que ofrecer.
Las auditorías y la inspección, los cimientos de los programas de cadena de suministro en todo el mundo, son un buen ejemplo. Cuando llegó la pandemia, los métodos tuvieron que cambiar, y rápido. El hecho de que LRQA tuviera un plan global para la digitalización ya implementado nos permitió avanzar más rápido que la mayoría, pero no podíamos imaginarnos que, un año más tarde, más de la mitad de las auditorías realizadas fusionarían soluciones presenciales con soluciones basadas en la tecnología. La covid forzó el ritmo del cambio, pero en un mundo de riesgos relativos a la sostenibilidad que cambian rápidamente, está claro que existía una demanda de enfoques más ágiles, transparentes y con capacidad de respuesta. Las nuevas tecnologías emergentes servirán para mejorar estos procesos aún más; dado que la monitorización continua, la inspección con drones, la robótica y las tecnologías de RV prometen transformar la visibilidad de las cadenas de suministro de las organizaciones y, en definitiva, al consumidor.
Este cambio hacia las auditorías en remoto, sin embargo, es solamente un ejemplo de cómo la tecnología y los datos están transformando la manera en que las empresas recurren a proveedores de aseguramiento para que les ayuden a lograr sus objetivos medioambientales y de sostenibilidad.
Como consumidores, nuestro apetito de transparencia y autenticidad se está tornando insaciable. Desde los alimentos que comemos y la ropa que llevamos, hasta los dispositivos inteligentes que nos acompañan en todo momento, los fabricantes y minoristas necesitan proporcionar transparencia y trazabilidad en toda su cadena de suministro. Sin embargo, cuando se supone que estamos saliendo de la pandemia, los fabricantes y las marcas están sufriendo una interrupción sin precedentes de sus cadenas de suministro. Mientras que la prioridad solía ser reducir proveedores y costes, ahora se trata de ampliar las redes de suministro para garantizarlo. ¿El resultado? Un aumento exponencial del riesgo relacionado con la integridad del producto.
Como resultado, vemos que los clientes se centran mucho más en el análisis de datos y las perspectivas que facilitan una mejor gestión de la cadena de suministro. Los análisis, que antaño eran cosa únicamente del departamento de marketing, ahora se están tornando algo mucho más habitual con lo que las empresas examinan su datos de red de suministro para comprender dónde es más fácil que se produzcan los problemas de seguridad y sostenibilidad; de forma que los recursos finitos puedan dirigirse a la gestión del riesgo de la forma más eficaz para proteger tanto los productos como el planeta. En el Reino Unido, por ejemplo, LRQA lidera un proyecto conjunto (SecQuAL) que reúne fabricantes, innovadores en cadena de suministro y especialistas en datos para desarrollar tecnologías integradas que digitalizan el origen y la transparencia de las cadenas de suministro.
Mientras que los datos y la tecnología tienen un enorme potencial a la hora de impulsar con fuerza la transparencia y los esfuerzos en cuanto a la cadena de suministro, el crecimiento de la agenda ESG también hace énfasis en el valor de las formas de certificación más tradicionales. Organizaciones de éxito están incorporando objetivos de neutralidad en carbono en normas y sistemas de gestión ya existentes y de eficacia demostrada, por ejemplo mediante el sistema de gestión medioambiental ISO 14001[1] o la certificación en sistemas de gestión energética ISO 50001[2]. Las empresas están descubriendo que las normas que abarcan todo, desde la reducción de carbono hasta las prácticas sociales y éticas, pueden proporcionar un marco sólido para un enfoque en mejora continua y ciclo de vida, además de la base para elaborar informes fiables; lo que ayuda a identificar riesgos y oportunidades desde el concepto y el diseño del producto hasta el final de su vida útil. Todo ello permite integrar consideraciones sobre sostenibilidad en la toma de decisiones en cada fase.
Creemos que el próximo año traerá un enfoque aún mayor en la función de aseguramiento, dado que las empresas tendrán que recalibrarse tras la pandemia y volver a dirigir la mirada hacia la sostenibilidad, la responsabilidad social y la seguridad en todas sus operaciones y cadenas de suministro. Nuestro cambio de marca, que ha pasado a denominarse LRQA, señala una ambición más amplia de satisfacer esa necesidad, de forma que la transformación digital del aseguramiento continúe reforzando los cimientos de un crecimiento sostenible del negocio.